Al trasladarnos de un lugar a otro que es lo que nos mueve, el simple hecho de que tenemos que ir a un lugar, el impulso de visitar a alguien, nuestro deseo de alcanzar una meta.
¿Qué cosa nos hace movernos? Un partido de fútbol, un baile una fiesta, una reunión de negocios.
El ser humano desde el principio quiso imponer sus metas y sus ideales, ya que por ambición propia la humanidad nunca quiso estar cómoda en su lugar, y lo vemos a través de los tiempos, todo comenzó con el fuego, luego fue la rueda y de allí el motor a vapor para trasladarse, las maquinas, los aviones, las naves espaciales, las computadoras, los televisores y tantas cosas que el hombre a inventado para su comodidad y bienestar.
Pero el hombre por muchos logros que tenga, por muchas metas que alcance el siempre a tenido un gran vació y este solo lo puede llenar Dios, pero el hombre a querido llenarlo con toda clase de cosas y no a podido, lo quiso sustituir hasta con ídolos falsos de madera y de metal que nunca se han preocupado por ellos ya que no tienen vida ni se pueden mover.
(21) Jehová iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche.
La nube representa la presencia de Dios en nuestras vidas, esto significa que tenemos que estar concientes todo el día que donde nosotros estemos el esta también allí, la nube era tan grande que el primero como el ultimo de su pueblo la podía ver, al igual que hoy desde el primero hasta el ultimo la puede sentir y debe estar conciente que es real y esta presente en nuestras vidas.
(20) y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."
No hay un tan solo día que el no este con nosotros, ni un tan solo lugar que el no pueda estar, ya que el es omnipresente, el esta en todos los lugares al mismo tiempo ya que el llena todo lugar con su presencia.
Génesis 1:5
(5) Dios llamó a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y fue la mañana del primer día.
(7) Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros. Y si yo voy, os lo enviaré.
(8) "Cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
(9) En cuanto a pecado, porque no creen en mí;
(10) en cuanto a justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis más;
(11) y en cuanto a juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado.
(13) Cuando llegó Jesús a las regiones de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
(14) Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o uno de los profetas.
(15) Les dijo: Pero vosotros, ¿quién decís que soy yo?
(16) Respondió Simón Pedro y dijo:¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!
(17) Entonces Jesús respondió y le dijo: Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
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